Con la llegada del Chango y sus secuaces me dio por pensar en este asunto de la izquierda. En general nunca he sido izquierdoso, izquierdita o eso que se da por llamar revolucionario. No niego que me hubiera encantado pensar en el fúsil, la selva, la milicia y un ideal que pongamos por llamar revolución, pero tuve mala suerte, las revoluciones que me tocaron a mi son un Subcomandante y otros changos trepados en una selva lanzando comunicados, drugdealers en Colombia poniendole precio a la cabeza de políticos y otras cosas, y uno que otro imbécil extraordinario que pone el dedo en la llaga y después se muere en una curva por demás mal construída. Así es, no se si volver a Marx o Engels, o bien enrolarnos de nuevo en los Derechos Humanos, o simplemente como el viejo CGH decir que no a todo y rompernos la madre, no sé que de todo esto nos traería de vuelta la ilusión de la izquierda; pero si sé bien que no es el Peje, ni Carlos Castañeda, ni las FARC, la ETA, el EZLN, el CGH, la CNDH o todo ese montón de siglas que por momentos parece quieren realmente decir algo. Debo ser honesto, no encuentro como dar vuelta a la izquierda en esta pinche ciudad.
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