16/8/05

Maravillas de la Información

Con los desmadres changueros, beamitas, masturbatorios y batianos, llegaron a este blog lectores y alimañas de todas las categorias. Los primeros son bienvenidos, los segundos se cuentan por default. Pero lejos de asustarme, preocuparme o pasmarme por los hechos acontecidos, me vi de nuevo pensando en este desmadre del interné; hace algunos meses platicaba con alguien sobre el tema de los blogs, y este alguien muy seguro de sí dijo: "Los blogs lograron lo que el chat no pudo, crear una verdadera comunidad". Si bien debo reconocer que nunca he entendido a las personas que separan la actividad cybernética de la ocurrida en el mundo personal (por llamarlo de alguna manera), también me resulta bastante obvia la gran aportación que dicha actividad trae consigo. La libertad de expresión no es exclusiva para las buenas personas, los inteligentes, los sagaces, los hombres y mujeres brillantes que llegan a la computadora para sacar a los ignómitos de su desgracia, la libertad de expresión abarca las mentadas de madre, los insultos, las intervenciones de sistemas y otras mañas y desgracias que concurren al momento de prender una computadora. De hecho, y de alguna manera muy retorcida, creo que las "desgracias" informativas son las que permiten el éxito o propagación de las buenas ideas, por cada 100 idiotas hay un cabrón con una idea brillante, así que agradezcamos a los cien, que nos permiten leer a ese uno.

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