Sistema de organización social y
económica basado en la propiedad y
administración colectiva o estatal de los medios
de producción y distribución de los bienes.
Definición de Socialismo
económica basado en la propiedad y
administración colectiva o estatal de los medios
de producción y distribución de los bienes.
Definición de Socialismo
Hagamos una lista de palabras:
Contrato colectivo de trabajo
Sindicato
Patron
Administradores
Distribución equitativa de la riqueza
Salarios controlados
Seguridad Social
Servicios médicos
Equidad
Competitividad
Si presentáramos esta lista a un especialista en geopolítica seguramente nos diría que todas ellas caben en el campo semántico del socialismo. En realidad estoy de acuerdo en esta supuesta afirmación pero tendría que decir que en realidad todas estas son características de la liga deportiva más exitosa en la historia de la sociedad organizada: la NFL. La liga profesional de futbol americano, que irónicamente existe en Estados Unidos, es la muestra más viable y concreta para demostrar que un modelo socialista consensuado entre las partes puede ofrecerse a si misma como una transformación viable del capitalismo neoliberalista actual. ¿Dije ya la palabra ironía?
Resulta curioso pensar que la idea de socialismo, que genera una serie de conflictos políticos y culturales en Estados Unidos, pueda ser aplicada e instrumentada de manera casi impecable en uno de los mayores símbolos del capital norteamericano: las ligas deportivas profesionales. A diferencia de la NBA o la MLB, la NFL se rige por un sistema equitativo que permite mantener la competitividad en los 32 equipos que la conforman. Año con año la liga produce billones de dólares en ganancias que se reparten de manera equitativa entre los equipos, esta es la razón por la que una ciudad como Green Bay puede competir con Dallas en un domingo cualquiera.
La NFL no se rige por expandir la pobreza entre sus miembros, al contrario, es una liga diseñada para aumentar progresivamente las utilidades que genera el espectáculo y mantenerse en acuerdo con los jugadores para la repartición de las mismas. Este acuerdo se realiza entre los dueños de los equipos y los jugadores utilizando como mediador a la liga. Es decir, en la NFL los patrones y los obreros representan dos partes que equitativamente se aproximan a las negociaciones asumiendo que existirá un árbitro neutral llamado Comisionado. Si bien ambas partes tienen un interés equitativo en las negociaciones se mantiene una separación entre las expectativas de la repartición de las utilidades que la liga genera. Por un lado los equipos defienden su posición como empresarios que deben generar una ganancia neta y directa a sus bolsillos, por el otro lado los jugadores se reconocen como los medios de producción y por lo tanto la única opción viable para que dichos empresarios generen recursos. Por un lado están los patrones inversionistas y por el otro los medios de producción que asumen, ante el claro éxito del producto final, que se tiene que llegar a un acuerdo que beneficie a ambas partes.
La figura del Comisionado resulta vital para explicar el éxito del modelo de negocios. Para la existencia de este sistema se requiere que tanto obrero como patrón reconozca que el comisionado será la figura que rija sus relaciones comerciales y de comportamiento. Esta renuncia por ambas partes permite la equidad en las posibilidades de cada negociación. Si bien el Comisionado es la figura que sostiene el equilibrio, su constitución sería el CBA (Collective Bargain Agreement) que en realidad es un contrato colectivo de trabajo que mantiene por escrito los acuerdos generales y particulares por los que la relación se regirá. Cada uno de estos contratos ha sido cuestionado por los medios, los jugadores y los dueños de distintas formas a través de la historia de la liga. Invariablemente se considera que alguno de los lados sale perdiendo en cada negociación. Sin embargo, la liga se sostiene sobre estos acuerdos hasta que expiran porque, ahí está el gran detalle, los CBA no son eternos y por lo tanto cada vez que la expiración del CBA se acerca los cimientos de la liga se cimbran y todo mundo se prepara para lo peor: una huelga o impasse que evite que la NFL entregue su producto a los espectadores como normalmente sucede.
¿Pero qué rige el CBA? Este contrato entre patrones y empleados regula de manera global e integral cada posible escenario que se presente en su determinada duración. El CBA por ejemplo, regula los salarios de los jugadores imponiendo un tope salarial a los equipos, evitando así que los que tengan más dinero puedan romper la equidad frente a los equipos más pequeños. Es claro que el PIB de una pequeña ciudad como Buffalo, NY no puede equipararse a una ciudad como Miami, FL pero en el campo de juego ambos son capaces de competir en cualquier circunstancia. ¿Por qué? Simple, Miami y Buffalo pueden gastar un máximo idéntico y deben gastar por encima de un mínimo idéntico en salarios de sus jugadores. Al mismo tiempo, ambos equipos reciben una parte idéntica de las ganancias que genera la liga de manera integral. Claro que este modelo solo funciona cuando hay suficiente riqueza para repartir y si somos honestos más de un equipo de la NFL genera más riqueza que algunos países del tercer mundo. Otro de los temas trascendentales del CBA es que regula el comportamiento de ambas partes. Desde el consumo de PED (Performance Enhanced Drugs / Esteroides) hasta el código de ética, este documento pone reglas muy claras sobre la imagen pública de la liga. Una vez más, es el Comisionado quien ejerce esta disciplina pero el proceso puede ser apelado por ambas partes y en algunos casos hasta llegar a un juez federal especialista en el documento cuyo mandato resulta definitivo. Una vez más, es este código de comportamiento el que genera discrepancias entre ambas partes sobre el mandato del Comisionado pero en última instancia es siempre el CBA el código que determina la viabilidad o no de las decisiones de esta figura.
Es claro que la NFL no es perfecta, ni como sistema ni como liga deportiva, pero también es muy evidente que si existe la perfección el sistema adoptado actualmente para mantener la equidad entre las partes es lo más cercano que hemos estado de observar dicha perfección. Casos como el black out (sistema que obliga a suspender la transmisión del partido en el área del local si este no logra vender el 85% de las localidades en el estadio) son decisiones que a la larga han beneficiado directamente al espectáculo aunque generen cierta animadversión entre los jugadores, dueños y espectadores. La NFL todos los domingos de su temporada presenta un producto exquisito y equilibrado que sostiene continuamente su capacidad histriónica y épica generando riqueza para todas las partes. Hay cientos de detalles más que podría mencionar sobre la equidad en la liga, muchos datos y anécdotas que podrían ilustrar a detalle cada instancia pero creo que el tema de la selección colegial de jugadores ejemplifica a la perfección el diseño socialista de la NFL.
Cada año los 32 equipos de la liga pasan por un proceso de selección de jugadores llamado Draft. En este proceso cada equipo tiene un lugar específico durante las 7 rondas que dura la selección de los jugadores que provienen de las ligas no profesionales de futbol americano colegial en Estados Unidos. El orden de selección está determinado pero puede ser intercambiado por los equipos en absoluta libertad para obtener otro lugar de selección o bien, jugadores a cambio. Los equipos no intercambian dinero entre ellos aunque cada jugador tiene un cierto valor al igual que cada ronda del Draft. Obviamente la selección 1 del Draft es mucho más valiosa que la selección 22 o la 135 puede superar a la 200. El orden se determina de la manera más democrática y socialista posible: el peor equipo del año anterior elige primero y el mejor (ganador del Super Bowl) elige al final de cada ronda. Finalmente, en el último CBA, se instauró un sistema de tabulador para el pago de salarios de para novatos que provienen del Draft en un esfuerzo de los veteranos por evitar que la mayor parte del dinero de los salarios fuera a parar a manos de jugadores que eran excitantes promesas pero no siempre realidades. ¿Por qué los veteranos buscaron esta decisión? Simple, una selección de primera ronda podía aterrizar un contrato de 70 millones de dólares sin haber jugado un solo partido mientras que un jugador establecido podía percibir hasta un 50% menos. En la NFL te pagan por tu talento o bien puedes lanzarte a la agencia libre a buscar otro equipo al final de tu contrato.
¿Por qué los electores norteamericanos están dispuestos a aceptar el socialismo como el sistema de su entretenimiento predilecto pero evitarán a toda costa verlo en el Salón Oval? No lo sé. Es una de esas contradicciones que sorprenden a cualquiera que analice los datos de nuestro vecino del norte. Pero lo que más me sorprende es ver que la NBA y la MLB se niegan a adoptar este mismo sistema que ha probado más allá de toda duda razonable ser una mina de oro. ¿El resultado? La NFL día con día supera el margen de las demás ligas profesionales de Estados Unidos en crecimiento de recursos, ratings y cuota de mercado. Es simple, el secreto de la liga es el mejor guardado en el mundo: el puto socialismo puede funcionar.
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