2/12/08

Memoria 1.0

Antes de mi cumpleaños, pasé diez días soñando con diez momentos de mi vida, me sentí en una historia de Dickens, como si el tiempo que ha pasado entre lo que soy y lo que fui hubiera tendido un velo negro que no me permite observar aquellos años con nitidez. Así que aprovecharé estos sueños proféticos para hacer un tributo, un merecido tributo a todos esos momentos.

Este primer tributo se lo hago a la persona por la que sigo vivo, no hablo mucho de ella , hay gente que se sorprenderá de saber de su existencia porque de alguna forma he sido un cerdo ingrato con ella, con su madre, con su familia que me acogió. Lejos de mi sangre, ellos me mantuvieron ahí, me apuntalaron y sostuvieron cuándo el mundo se me caía a pedazos. No recuerdo porque ya no hablamos, no recuerdo donde te perdí, te debo mi vida, amiga Libertad.

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