12/12/08

Futbol

Es la pasión más grande, sin duda es el motor emocional de América Latina, sin embargo el futbol es despreciado por la literatura como si se tratara de la peste bubónica. Los literatos y la gente "culta" no ve futbol, es un deporte para nacos, para las masas enormes de gente que no puede disfrutar un buen libro o escuchar la 9na de Bethoveen. Es decir, para el ignorante, el futbol no es otra cosa más que circo para el pueblo.

Sin embargo tenemos que reconocer que el futbol puede cambiar más cosas en un país que 100 novelas, hay que darle su lugar al arte de mover la pelota, al arte de pegarle a la pelota, al arte de jugar con los pies. En Argentina sólo tienen futbol, sólo les queda la pelota y Maradona, si nos vamos a poner prácticos en Argentina Borges no les sirve de nada, no los toca, no mueve sus intestinos como lo hace el Boca o el River.

En México nos importa más si la selección logrará calificar en el hexagonal del año que viene que si Villoro se avienta un libro aburridísimo sobre el deporte o si Lemus y Ortuño se avientan golpes intelectuales a través de la vieja postura e impostura de la crítica. Es más, me atrevería a decir que si México gana el Mundial, veremos nacer las mejores novelas mexicanas de los últimos cincuenta años, observaremos las librerías llenas y las ferias del libro venderán un 40-50% más.

Una buena novela de futbol, un gran cuento de futbol, ¿cómo es posible que algo que mueve la pasión de tantas personas sea ignorado de manera tan brutal por la literatura? Tendríamos que concentrarnos y dejar de pintar pasos peatonales donde no los hay, a nadie le importa un carajo si Violetta era una chiquilla puta o una puta chiquilla, a la gente le interesa si Ramón Díaz levantará la temporada del América o si Cuauhtémoc Blanco anotará con el Chicago Fire.

Nos guste o no, a la gente le interesa la sangre caliente corriendo de manera dramática por las venas. La pasimosidad de la literatura nacional simplemente les da mucha hueva.

Mi pie izquierdo por un Maradona literario.

Amén.

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