30/11/09
FIL ver. 1
En plena Feria Internacional del Libro de Guadalajara, un día después de conocer a Mark Z. Danielewski, justo cuándo creo que la literatura tiene un esperanza que se alza por encima de la estrepitosa narración... Muere Milorad Pávic, esto me causa un gran dolor y una muy profunda tristeza, fue el Diccionario Jázaro el primero en convencerme de que otro universo era posible, fue Pávic quien me arrojó de lleno a la idea poco natural de ser escritor. Ahora se ha ido y aquí nos quedamos, rumiando sus páginas a la distancia, esperando que encuentre su gran amor en Constantinopla.
27/11/09
Tic-Tac-Tic-Tac
Happy birthday to me... happy birthday to me...
Hasta el destino me tuvo un regalo... Extraño, me queda claro que ese cabrón no usa vaselina.
Hasta el destino me tuvo un regalo... Extraño, me queda claro que ese cabrón no usa vaselina.
25/11/09
Mark is coming to town
22/11/09
22:14 pm
-205, 205, 6-8 en progreso
- ¿Qué pasó oficial?
-¿Qué no vio el alto, señorita?
-¿Cuál alto?
-El que se pasó aquí atrás
-Híjole oficial, la verdad ni lo ví
-205, 205, 6-8 en progreso, responda 627
-Permítame tantito señorita
-627, aquí Central, ¿Cuál es su ubicación?
-627 en un 4-4 en Tlalpan e Inclán
-6-8 en el 205 en progreso, Villa de Cortés
-627 en camino
El oficial le señala, a lo lejos, a María que puede irse. Ella, con desilusión, se sube los calzones y se baja la falda. Mientras la patrulla arranca, María sube la ventana y se alcanza a escuchar:
-Será otra larga noche.
- ¿Qué pasó oficial?
-¿Qué no vio el alto, señorita?
-¿Cuál alto?
-El que se pasó aquí atrás
-Híjole oficial, la verdad ni lo ví
-205, 205, 6-8 en progreso, responda 627
-Permítame tantito señorita
-627, aquí Central, ¿Cuál es su ubicación?
-627 en un 4-4 en Tlalpan e Inclán
-6-8 en el 205 en progreso, Villa de Cortés
-627 en camino
El oficial le señala, a lo lejos, a María que puede irse. Ella, con desilusión, se sube los calzones y se baja la falda. Mientras la patrulla arranca, María sube la ventana y se alcanza a escuchar:
-Será otra larga noche.
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Chicas modernas,
Fragmentos,
Ideas,
Patrullas
18/11/09
Pop Draft
Frente a la narrativa del Pop, existen dos caminos posibles, la experiencia natural de la edad o bien, la retrospectiva. La primera plantea las necesidades del fan, del que se origina a si mismo a través de un lenguaje y se sostiene mediante la repetición del mismo código y que al mismo tiempo se muestra ajeno a la evolución de la lengua y se aqueja con la modernidad que interrumpe su vida diaria.
Este fan es sin embargo el único pilar sobre el que se sostiene el lenguaje, convirtiéndose a la larga en un desperdicio de ideas que giran alrededor de otra previamente preconcebida y que deconstruye el panorama general. Es quizá en este panorama general donde hubieran podido sustraerse la herencia cultural reconvertida, sin embargo, ante el fan no existe esta reconversión, hasta que su mismo tránsito natural lo pone en otro lugar, donde asimila un lenguaje nuevo, casi siempre de la manera más difícil. En la retrospectiva, en cambio, tenemos el mismo lenguaje que se observa como si fuera un ramal extranjero de la lengua materna, se está ahí, pero no se forma parte. Se es, pero al mismo tiempo se permite la autocrítica y la burla como instrumentos necesarios para navegar por ese nuevo panorama.
El que sobrevive al Pop gracias a la retrospectiva no es un experto en nada, pero es un apasionado de casi todo. Esta forma de aproximarse a cualquier manifestación narrativa, le permite analizar los elementos desde tres o cuatro perspectivas distintas... Esto no se limita a la parte musical del género, también se adhiere a la literatura y las artes plásticas como dos manifestaciones se aconglomeran para formar una sólida definición. El fan y el retrospectivo pueden convivir naturalmente en el mismo espacio y casi al mismo tiempo, el primero lo hará sustentando toda noción de la comunicación en la nostalgia que le produce una vida que siempre fue mejor, el segundo lo hará desde su capacidad natural para recrear fragmentos de su vida que sin ser trascendentales se convierten en pequeñas vigas que sostienen los muros secos de sus creencias y vivencias. A final de cuentas, el que sostiene la retrospectiva requiere mucho más de la recreación de los tiempos pasados que el fan que sólo utiliza su memoria para hundirse en la nostalgia irrepetible de ese paraíso perdido.
Este fan es sin embargo el único pilar sobre el que se sostiene el lenguaje, convirtiéndose a la larga en un desperdicio de ideas que giran alrededor de otra previamente preconcebida y que deconstruye el panorama general. Es quizá en este panorama general donde hubieran podido sustraerse la herencia cultural reconvertida, sin embargo, ante el fan no existe esta reconversión, hasta que su mismo tránsito natural lo pone en otro lugar, donde asimila un lenguaje nuevo, casi siempre de la manera más difícil. En la retrospectiva, en cambio, tenemos el mismo lenguaje que se observa como si fuera un ramal extranjero de la lengua materna, se está ahí, pero no se forma parte. Se es, pero al mismo tiempo se permite la autocrítica y la burla como instrumentos necesarios para navegar por ese nuevo panorama.
El que sobrevive al Pop gracias a la retrospectiva no es un experto en nada, pero es un apasionado de casi todo. Esta forma de aproximarse a cualquier manifestación narrativa, le permite analizar los elementos desde tres o cuatro perspectivas distintas... Esto no se limita a la parte musical del género, también se adhiere a la literatura y las artes plásticas como dos manifestaciones se aconglomeran para formar una sólida definición. El fan y el retrospectivo pueden convivir naturalmente en el mismo espacio y casi al mismo tiempo, el primero lo hará sustentando toda noción de la comunicación en la nostalgia que le produce una vida que siempre fue mejor, el segundo lo hará desde su capacidad natural para recrear fragmentos de su vida que sin ser trascendentales se convierten en pequeñas vigas que sostienen los muros secos de sus creencias y vivencias. A final de cuentas, el que sostiene la retrospectiva requiere mucho más de la recreación de los tiempos pasados que el fan que sólo utiliza su memoria para hundirse en la nostalgia irrepetible de ese paraíso perdido.
Etiquetas:
Avant Pop,
Borrador,
Ideas,
Tubo de ensaye
14/11/09
Pobre ficción heterosexual.
Hace un par de días fui a la presentación de Pobre Amor Heterosexual de Karla Paniagua (Cirila Thompson para la banda cybernautica). Como toda presentación fue por demás aburrida y poco propositiva en cualquier sentido, literario o estético. Sin embargo, tengo que decir que los primeros pasos de Pobre amor heterosexual los conocí hace unos cuántos años en un taller que tenía con unos amigos en la colonia Narvarte. Desde entonces, la prosa de Karla me emociona y me produce sensaciones encontradas.
Declarado por su autora y por el epilogador Lauro Zavala como un digno representante de la minificción como género literario (ya sea mayor, menor o intermedio), tengo que decir que tanto la autora como el especialista mienten. Pobre amor heterosexual es un texto avant pop en toda su extensión. Desde el punto de la vista de la narración como un objeto que comunica, PAH se aleja diametralmente del canón natural de la consecución lógica del pensamiento, se acerca sigilosamente a la simbología y desde ahí se expande como una ola interminable de espasmos emocionales. Detrás de la narración de cada texto que compone el libro, Karla deja entrever una fascinación natural por el universo pop que se despliega a su alrededor. Cómo cualquier persona que entra por primera vez a un karaoke y después asiste de manera asidua, el lector de PAH se encontrará sumergido en un mundo que parece cotidiano, que se desarrolla como cotidiano pero que exige un bagaje de observación y reflexión para culminar en una lectura entretenida.
Pobre amor heterosexual es un slideshow, una cortinilla entre programas, es un mensaje cifrado que se extiende por todo medio de comunicación posible. Desde el internet hasta el pizarrón de notas de un banco de imágenes, el libro de Karla Paniagua es en sí mismo un significado y un significante. Sobre la línea qué el libro persigue como una obsesión, encontramos algunos momentos disparejos, casi ridículos de los que la autora hace uso para distraer al lector de lo que realmente está sucediendo. Regresando a la imagen del karaoke, es una canción de AC/DC en medio de un concierto de José José. En estos momentos el lector podría dudar de la selección propia de la autora, pero si avanza cotidianamente sobre el resto del libro, notará que el narrador detrás de los personajes que aparecen en PAH también hace trampa, también miente y engaña, como sucede en muchos pasajes del libro.
Actualmente, dado el estado de la literatura nacional y la corta visión de los editores, Pobre amor heterosexual será considerado un libro de minificciones, y en ese entorno encontrará detractores y críticos que se tomarán el tiempo para analizar la fórmula (gastada y bastante mentirosa por cierto) que se utiliza para construir una minificción. Ahí estará el erro al momento de apreciar un libro que en manos de un lector, que busque la esencia de su alrededor dentro de la literatura, será un momento exquisito y una buena razón para pensar y soñar con que el mundo vacío del que todos hablan, en realidad está lleno de buenas razones para vivir.
Espero que los lectores del libro estén en desacuerdo conmigo y hagan de PAH un gran hit de ventas y de comentarios mucho más interesantes que éste. Yo me quedaré con el consuelo de no haberme equivocado la primera vez que escuché que el rosa era mommy y el negro daddy, esa primera vez que comprendí que la literatura tenía mucho más que decir de lo que se está diciendo ahora.
Pobre amor heterosexual
Karla Paniagua
Editorial Lenguaraz
Declarado por su autora y por el epilogador Lauro Zavala como un digno representante de la minificción como género literario (ya sea mayor, menor o intermedio), tengo que decir que tanto la autora como el especialista mienten. Pobre amor heterosexual es un texto avant pop en toda su extensión. Desde el punto de la vista de la narración como un objeto que comunica, PAH se aleja diametralmente del canón natural de la consecución lógica del pensamiento, se acerca sigilosamente a la simbología y desde ahí se expande como una ola interminable de espasmos emocionales. Detrás de la narración de cada texto que compone el libro, Karla deja entrever una fascinación natural por el universo pop que se despliega a su alrededor. Cómo cualquier persona que entra por primera vez a un karaoke y después asiste de manera asidua, el lector de PAH se encontrará sumergido en un mundo que parece cotidiano, que se desarrolla como cotidiano pero que exige un bagaje de observación y reflexión para culminar en una lectura entretenida.
Pobre amor heterosexual es un slideshow, una cortinilla entre programas, es un mensaje cifrado que se extiende por todo medio de comunicación posible. Desde el internet hasta el pizarrón de notas de un banco de imágenes, el libro de Karla Paniagua es en sí mismo un significado y un significante. Sobre la línea qué el libro persigue como una obsesión, encontramos algunos momentos disparejos, casi ridículos de los que la autora hace uso para distraer al lector de lo que realmente está sucediendo. Regresando a la imagen del karaoke, es una canción de AC/DC en medio de un concierto de José José. En estos momentos el lector podría dudar de la selección propia de la autora, pero si avanza cotidianamente sobre el resto del libro, notará que el narrador detrás de los personajes que aparecen en PAH también hace trampa, también miente y engaña, como sucede en muchos pasajes del libro.
Actualmente, dado el estado de la literatura nacional y la corta visión de los editores, Pobre amor heterosexual será considerado un libro de minificciones, y en ese entorno encontrará detractores y críticos que se tomarán el tiempo para analizar la fórmula (gastada y bastante mentirosa por cierto) que se utiliza para construir una minificción. Ahí estará el erro al momento de apreciar un libro que en manos de un lector, que busque la esencia de su alrededor dentro de la literatura, será un momento exquisito y una buena razón para pensar y soñar con que el mundo vacío del que todos hablan, en realidad está lleno de buenas razones para vivir.
Espero que los lectores del libro estén en desacuerdo conmigo y hagan de PAH un gran hit de ventas y de comentarios mucho más interesantes que éste. Yo me quedaré con el consuelo de no haberme equivocado la primera vez que escuché que el rosa era mommy y el negro daddy, esa primera vez que comprendí que la literatura tenía mucho más que decir de lo que se está diciendo ahora.
Pobre amor heterosexual
Karla Paniagua
Editorial Lenguaraz
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Pobre amor heterosexual
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