12/8/08

Exigimos justicia.

Casi todos los que viven en México saben de la triste historia de la familia Marti, secuestraron y mataron al hijo del dueño de esta empresa. Esto no es triste, es culero, nada debe ser más culero en la vida de un padre que tener que enterrar a tu hijo después de sufrir el tiempo que lo tienen secuestrado. Ahora la opinión pública está indignada y exige que nuestros políticos hagan lo que siempre hacen, correr como gallinas sin cabeza al tiempo que dicen cosas como reforma judicial, pacto nacional, seguridad pública. Por supuesto que los políticos se indignarán al compás de la familia Marti, es la familia Marti y otras igual de influyentes las que los han llevado hasta donde están ahora, con dinero, con negociaciones, con "organizaciones civiles".

Todos los días en este país ocurren miles de secuestros, algunos por cantidades irrisorias y otros por millones de pesos, sin embargo no es hasta que alguien exhibe la actuación de nuestras autoridades y, tristemente, el asesinado o secuestrado tiene un nombre célebre que recordamos que en este país hace mucho tiempo que perdimos la ilusión de la seguridad. Ahora que es Marti o Wallace todos nos indignamos, pero cuándo son Pérez o Sánchez nos vale cacahuate.

El señor Marti ha decidido crear una fundación para ayudar a víctimas del secuestro, me parece una buena idea, siempre la iniciativa privada podrá presionar más a los gobiernos que los ciudadanos que pagan sus sueldo, pero ¿me preguntó si lo que hace falta son titulares con nombres como Slim, Valdéz, Calderón, Ebrard, López Obrador, Salinas de Gortari, Vázquez Raña y la palabra secuestro? para que por fin pongamos atención a este crimen que nos rebasa todos los días.

2 comentarios:

Shophie Kowalski dijo...

Yo sentí feo cuando me enteré, no por su apellido influyente, si no por el simple hecho de saber quién es desde que tengo memoria...

En cierta forma, creo que cuando eso pasa, las cosas parecen ser menos ajenas.

Odile dijo...

Pues así es esto, hasta q no es un víctima un nombre famosa q puede hacer algo las cosas pasan como si nada.

La noticia me pegó por la edad de niño y lo q sintió la familia, pero el nombre pues es solo eso.

Mi creencia católica me quiere hacer creer q la vida de este chico podrá pagar lo q se necesita para despertar a la sociedad política (auqnue sea unos minutos).

Pero la verdad es q mi indinación es de q esto siga pasando y las autoridades solo se avienten la papa caliente de quien tiene la culpa y no de quien va a resolver el problema (es más facil señalar q actuar)