15/11/07
Retomando el tema
A veces valdría la pena pensarse muy bien esto de escribir en el blog. Digo, el procedimiento resulta tan simple que se puede caer en la trampa de comenzar a escupir estupideces con singular alegría, dos para acá, tres para allá y, pues bueno, ¿quién las cuenta? Yo digo muchas estupideces, algunas son tan trascendentes que se ponene a rebotar por toda la blogósfera y terminan acarreando críticas y malhabladurías, ¿pero también quien se pone a contar esas? Por ahora miro por la ventana y se me ocurren tantas cosas que prefiero hablarles un poquito de nada, con mucha calma, acercándome hasta sus orejas (redondas y spockianas) para gritarles: Despierta.
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