14/4/08

El ridículo

Es fácil quejarse, los mexicanos hacemos un arte de la queja. Para quejarnos podemos cerrar casetas, andar desnudos, tomar calles, cerrar avenidas, destruir edificios, dañar monumentos nacionales, podemos emborracharnos, encabronarnos, gritar, golpear, orinar, en fin, de verdad al momento de quejarnos se nos viene a la cabeza el pequeño ogt creativo que todos llevan dentro. El único problema es que jamás hemos sabido qué hacer después de la queja, podemos observar detenidamente todo movimiento quejoso en nuestro país y darnos cuenta que sabemos tan poco de lo que queremos lograr que al final nos sacan el dedo y nos meten el puño y todavía les damos las gracias. El problema central de todo esto es que no tenemos ni puta idea de hacía donde queremos ir, como individuos, como sociedad, como pequeños grupos juntos por los interéses en común.

Aquí he estado unido a proyectos de hacer revistas, editoriales, talleres literarios, negocios, fraudes, estafas, robos, viajes y hasta iniciar un grupo de terrorismo urbano. El problema central de todo esto es que cuándo le preguntas a la persona que te invita a asociarte qué es lo que esperamos obtener con nuestro proyecto siempre responde: pus a ver que sale. No mamar! ¿a ver qué sale? pues si no es pedo en época de diarrea... Tenemos que saber qué es lo que queremos antes de enrolarnos en cualquier idea o empresa y estar concientes de qué esa meta será el único fin posible durante nuestros esfuerzos.

Durante días he escuchado a la banda hablar de dos cosas, principalmente: PEMEX y La ley contra los fumadores. Del primero sería absurdo dar argumentos a favor y en contra, nadie va a tocar la fuente de ingresos de la Industria Política mexicana. Ninguno de los políticos actualmente se va a atrever a realmente reformar a fondo la caja chica de donde salen sus inmamables sueldos, así que a cortar chaquetas porque de ese lado no va a pasar nada. Del lado de la ley para los no fumadores, lo que realmente me encabrona es que es una ley escaparate. Está hecha únicamente para que los perredistas puedan presumir de su modernidad de pensamiento y accionar político, al igual que las despenalización del aborto y la eutanasia (aunque estas tengan un fin mucho más humano que la antes mencionada).

Prohíbir fumar en lugares cerrados no es la respuesta al problema de salud que tiene el país con referencia a este hábito. Prohíbir la venta de cigarros sería la solución del problema, aunque por supuesto crearía muchos más que a la larga nos terminarían por dejar peor de lo que estamos. Creo firmemente en el derecho de los no fumadores, por eso exijo que existan lugares libres de humo, para todos aquellos que realmente no toleran el contacto con el cigarro. Pero por otra parte, exijo también lugares llenos de humo, para todos nosotros que consideramos el cáncer como una puta advertencia y no una razón para dejar de meternos Co2 en los pulmones.

Por supuesto la banda se queja todo el tiempo de estos dos asuntos pero de verdad no se involucran en ninguno, más bien nos gusta el sentir que podemos opinar y que nuestra opinión cuenta. La burguesía, como se llamaba en el entonces donde todavía existían pensadores y no intelectuales, está perfectamente controlada por el sistema de gobierno. Nos han dado el maravilloso poder de quejarnos, de hacer manifestaciones, de desmadrar la ciudad cada que algo no nos parezca. Pero si alguien no ha entendido que este tipo de protestas son la columna vertebral de la opresión en la que nos tienen sumidos, debería pegarse un pinche tiro y dejar de gastar saliva en legitimar el sistema que tanto repudia.

Es momento de pensar señores, posesionarse de lugares, objetos y momentos para protestar ya no sirve de nada, es tan inútil que hasta la clase política la utiliza, piensan que así lograrán llevar más dinero a sus pequeños grupos de poder (porque los mexicanos no somos empleados de la Industra Política, somos sus clientes) y establecerse por más años. Cada 1% de aumento en la votación de cada uno de los partidos les significa un año más de vida. Pensar, no lo olviden, este es el momento de pensar y de verdad darnos cuenta que somos la estructura del sistema con el que queremos acabar.

Este post también, de una u otra forma, es una queja.

No hay comentarios.: