Odio pagar la luz, son colas interminables, precios exagerados, pésima atención. En general me he mantenido al márgen de la situación que se da en Av. Reforma. Lejos de estar en contra de la resistencia civil me parece una excelente respuesta frente a actos déspotas o ilegales por parte de un gobierno. Pero cuándo un gobierno "patrocina" la resistencia civil de unos cuántos (14-15 millones) en un país de unos muchos (130 millones) me encabrona. Se acuso al PAN y a FECAL de aprovecharse de una elección de estado, hoy con tristeza veo que Alejandro Encinas es el firma cheques de la post-campaña de Andrés Manuel López Obrador. Resulta que las enormes casas de campaña (¿de donde se pagaron?) dónde se ubican los campamentos delegacionales, han gozado de la instalación eléctrica por parte de la Compañia de Luz y Fuerza del Centro. Es decir, la misma empresa les fabrico unos cuantos diablitos, orale va, es mejor que lo hagan profesionales a que le partan la madre a la instalación eléctrica. Pero ahora resulta que el Gobierno del Distrito Federal, a quien yo le pago impuestos, usará dicho dinero para pagar las cuentas de luz de los manifestantes. No sólo me han robado horas de mi vida por estar parado intentando atravesar Reforma, ahora tengo que pagarles la luz que han utilizado mientras desquician la ciudad donde vivo. Perdónenme ciudadanos pro Andres Manuel, lo que están haciendo es una verdadera marranada, deberían sentir vergüenza de enarbolar democracia, libertad y justicia como una bandera para esta serie de atropellos y abusos contra gente que no les ha hecho nada. Pero claro, todo sea por el precio de la "democracia".
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