El trabajo se ha multiplicado como los panes, llevo dos semanas trabajando en las madrugadas para no tener el menor avance. Supongo que ahora que el deadline oscila como péndulo sobre mi cabeza terminaré, sin embargo he descubierto que trabajar en medio de ataques dramáticos de las amigas, confesiones pornográficas de las desconocidas y ataques psicóticos de una que otra crazy bitch no me ayudan a conseguir llegar a la meta. No es que uno vaya por la vida quejándose de las cosas que le pasan, ni siquiera que comience a tirar culpas pa todas partes por las loquitas que se atraviesan, pero si alguien te dice ten cuidado con lo que haces, deberías hacerle caso.
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